RETRATO DE FRITZA RIEDLER 1906
Retrato de Fritza Riedler de Gustav Klimt
óleo sobre lienzo 152 x 133 cm
Viena Osterreichische Galerie Belevedere
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La crítica considera unánimamente a Gustav Klimt el más deslumbrante artista del modernismo vienés.En tanto que figura central dela vida artística y social de Viena recibió en vida numerosos homenajes , pero también fue víctima a menudo de un vehemente rechazo por tratar en sus cuadros cuestiones tabú de la sexualidad y la muerte . En el conjunto de su obra ocupan un lugarde honor los grandes retratos realizados por encargo, no sólo el de Adele Bloch- Bauer y el Margaret Stonborough -Witgensten.
Con el Retrato de Fritza Riedler , Klimt pinta el primer retrato de su " período dorado " que culmina con " El beso " . El estilo recuerda en parte al de los mosaicos e iconos protocristianos que Klimt había admirado en Italia en 1903.
Así reduce el cuerpo a la categoría de decoración , de simple aunque hermosa superficie.
Este particular tratamiento de la superficie integra a Klimt en la tradición artística del este asiático, muy presente en la Europa del momento . Así, Klimt adopta directamente motivos de os biombos creados en el siglo XVI por el japonés Ogata Korin, como las ondulaciones con las que representa el asiento sobre el que reposa la dama. La retratada aparece frente a una amplia pared rojiza, interrumpida por dos aberturas semicirculares . Una de ellas podría ser también un tocado asiático o una reminiscenciadel peinado de la infanta María Teresa en el retrato pintado por Velázquez en 1652, retrato que Klimt había visto en Viena.
La ambigüedad de estas disposiciones de fantasía radica en el estilo plano, en las superficies claras y nitidamente diferenciadas : que a primera vista parecen no esconder secreto alguno. Pero la conjunción de las superficies que componen la sala y que parece calcar los contornos de la dama que en ella se encuentra, acaban por dibujar una densa mezcolanza de imcompatibilidades. Cuanto más intenta el espectador determinar racionalmente los distintos parámetros del espacio intuido , más escapa éste a su comprensión y más se revela como espacio plano.
Una habitación sin principio ni final , sin entrada ni salida.....en ninguna parte.El efecto que ejerce la imagen no se ve afectado por ello . Muy al contrario, su elegancia y estilo nacen precisamente de la ornamentada pose escultural en que se muestra. El espectador encuentra así la superficie de proyección ideal.Se abren entonces las puertas de su imaginación.hasta tal punto que es capaz de descubrir perspectivas insospechadas , incluso en espacios más que tridimensionales.
Al mismo tiempo, la personalidad del personaje real objeto del retrato se mantiene desdibujada , semioculta. ¿ No es acaso Viena, ciudad donde simultáneamente Sigmund Freud revela y articula las afecciones mentales secretas de las mujeres ? En cualquier caso, no estaba bien visto que una señora de buena familia mostrase su verdadero rostro y sus sentimientos , lo cual a pesar de todo , no resta un ápice a su personalidad sino que lo ensalza y la glorifica , al menos en las artes plásticas.
Tamara Tamaral
31-10-2014
Bibliografia : Gustav Klimt, Edic Taschen
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